Teriyaki... solo buenas intenciones

El jueves recién pasado quedé de juntarme a comer con un amigo, y buscando un restaurant cerca de la oficina o camino a la casa, aparece muy bien ubicado el TERIYAKI, en la Nueva Costanera, frente al D´Carla, lindo barrio, bien...Vi su carta por internet, se veía increíble, con platos muy sugerentes y que daban la impresión de tener cierta elaboración.

Lamentablemente, la llegada, tipo 20:30 de un jueves a un lugar vacío me dio la primera señal que tal vez esta noche no era campeona para probar nuevos lugares, y efectivamente fue así.

El lugar está muy bien decorado, y se ve agradable, pero le falta algo que lo haga ser distinto a cualquier delivery o sushi bar. Pedimos un sashimi, y antes nos llegó un apeteizer muy rico, pero el sashimi discreto, nada especial, con una copa de vino blanco sauvignon blanc Corton Errazuriz del 2007 ($2.000), servida como si se tratara de la primera copa de una botella. Se entiende que no se trata de una piscina de vino, pero es una convención que cuando se pide una copa, esa se sirve con un poco más de generosidad.

Luego pedimos el plato estrella de la carta, un Atún Tataki (atún sazonado con salsa ponsu) $4.800.-, al cual había que comprarle aparte un acompañamiento, y elegí el arroz con verduras, que era un pocillo de tamaño mediando a chico de arroz salteado con algo de cebollín y pimentón, por $2.200.- Aparte de venir chorreado el plato, y a pesar de estar en la carta ubicado entre los platos calientes, este plato era frío... PLOP!!!.. nada especial. De postre, la especialidad del restaurant, Delirium Teriyaki(cama de toffe sobre la que descansa un adictivo chocolate)$2.600.-, que era una porción minúscula de un pie  (idéntico tamaño a un cuchillo de torta), relleno algo con caramelo, coco o algo así, tapado en nutella... el mozo me preguntó si queríamos uno para compartir.. tal vez eso era posible si lo comíamos con palitos...

Se sumó a esta discreta noche, una linda amiga que también pidió vino, que después de múltiples explicaciones del dueño o administrador, respecto a la modificación de la carta de vinos y su falta de stock, le quedaba algo en una botella, pidiendo además un roll muy normal.

La cuenta fue de alredor de $34.000.- sin propina, gracias a Dios, había descuento de La Tercera... así que se hizo justicia en parte.

Yo no vuelvo más, hasta que no tengan ganas de hacer un buen restaurant, especialmente en el barrio que están y teniendo un local en el que realmente se ha puesto empeño en su decoración, pero no se han preocupado de lo principal, la comida.