ky, una sorpresa

Después de leer la extensa polémica acerca del ky, decidimos con mi marido y una amiga darnos una vuelta por lugar el sábado en la noche. Llamamos a las 20:30 para reservar para las 11 y no tuvimos ningún problema (yo pensé que cero posibilidad... como siempre leo que está lleno...). Llegamos puntuales, la puerta de afuera estaba abierta asique no tuvimos que tocar el timbre o esperar. Apenas entramos nos hicieron el tur por la casa, para que pudiésemos ver todas las piezas y la decoraciónd e cada una de ellas. La decoración me encantó, pues i bien está lleno de muebles novedosos, el ambiente no es "perfecto", sino que tiene su toque de "jugao", "desordenado", bastante audaz.

La atención fue siempre excelente. El mozo estaba siempre pendiente de lo que necesitábamos y siempre con una atenta sorisa. Muy bien. De aperitivo me pedí un mojito de champaña (jamás se me habrían ocurrido...) y estaba buenísimo. Tuve que pedir que me lo arreglaran pues para mi gusto estaba un poquito dulce. No hubo ningún problema con eso. Además, tal como han destacado antes en esta página, la carta del bar es no sólo muy completa, sino además novedosa y hecha para todos los gustos.

Empezamos con unas empanaditas de camarón con queso y jamón serrano. A mi marido y amigas les encantaron, pero a mí no me volvieron loca. De hecho sentí que el sabor del jamón opacaba los otros dos. También pedimos unas somosas (que son unas empanaditas rellenas de garbanzos y verduras) con una mermelada de ají. La mermelada..... increíble. Recomendable absolutamente. De fondo los tres teníamos ganas de comer tai, pues por esta misma página me enteré que el chef del lugar tai del apumanque trabajaba ahí. Yo me comí un curry rojo de camarones acompañado de arroz blanco. Este mismo plato yo lo había pedido en el anakena el año pasado y la verdad no sé cual de los dos es más rico. Estaba de todo mi gusto. Se podían apreciar cada uno de los sabores por separado, desde la leche de coco, hasta el gengibre.  Mi única crítica es que el curry lo habría servido en plato hondo para aprovechar más el caldo. Mi amiga se pidió un curry de carne (que la verdad a mí no me gustó mucho, pues en realidad no soy muy fanática de la carne en general) y mi marido comió un curry verde de pollo. También estaba muy bueno.

A mi jucio los postres fueron lo mejor, pues me encanta cuando lo dulce refresca después de comer, y no ostiga. Pedimos, a sugerencia del mozo, una degustación de postres. Vienen varios posillos con distintos postres, entre ellos, suspiro limeño, creme brulee, un helado como de mel con pasas y caramelo, un helado de gengibre y como un mini brownie de chocolate con almendras y frutos del bosque encima. Muy recomendable para aquellos de paladar dulce.

La cuenta no salió barata, pero la calidad estaba muy buena. Espero que siga siendo tan bueno para repetir el panorama!!